‘Santa’ Lopesierra, ‘el Hombre Marlboro’, agita el ‘cotarro’ político en La Guajira
Tras su regreso de EE. UU. a donde fue extraditado y purgó 18 años de cárcel, hay un desfile de políticos saludándolo en su casa en Barranquilla. De aquí surge la hipótesis de manejar los hilos de la política de la península.
Aunque no se ha dejado ver en público, y permanece alojado bajo absoluta discreción en la casa de sus padres en el norte de Barranquilla, sin tampoco haber entregado algún tipo de declaración, el exsenador liberal Samuel Santander ‘Santa’ Lopesierra Gutiérrez, conocido también como ‘el Hombre Marlboro’, tiene alborotados los corrillos políticos de La Guajira, departamento del que es oriundo.
“Santa”, como lo llaman con afecto amigos y familiares, llegó al país procedente de Nueva York el pasado jueves 19 de agosto, tras purgar 18 de cárcel por delitos de narcotráfico, lavado de activos, asociado en Colombia con el contrabando.
Recobró la libertad tres días antes, y a Colombia arribó por el aeropuerto Rafael Núñez de Cartagena en vuelo comercial de la aerolínea Bluejet, y ancló en Barranquilla.
Coincidencias políticas
El regreso de ‘Santa’ Lopesierra coincidió justo en estos días en que la política guajira arde al rojo vivo, con la posibilidad de que haya elecciones atípicas para elegir Gobernador ante la posible anulación definitiva de la elección del titular, Nemesio Roys Garzón, por presunta doble militancia política.
En Riohacha circula la versión en los mentideros políticos de la ciudad, que muchos de los ‘hombres fuertes’ que mueven los hilos de la cosa política en esa región, han venido en caravana a Barranquilla a saludar a Lopesierra, y entre charla y charla en busca de un posible respaldo electoral en caso de que el hombre retorne a la actividad, así sea tras bastidores.
No solo en el evento de una posible nueva elección para reemplazar a Roys, sino también para organizar los nuevos cuadros de las próximas elecciones de cuerpos colegiados.
Hay que recordar que ‘Santa’ Lopesierra fue capturado en 2002, y extraditado a Estados Unidos un año después, tras haber sido elegido senador de la República en 1994 a los 33 años, con 40 mil votos.
Es decir, dueño de un caudal electoral importante que es posible trate de rescatar ahora, aunque no directamente para él sino probablemente dirigido a correligionarios suyos en la política.
Lopesierra es oriundo de Maicao (La Guajira), donde en 1986 fue concejal, y en 1988 diputado por ese departamento, pero allá no ha regresado de momento, dijeron fuentes de la ciudad fronteriza.
Las especulaciones sobre alguna posible inclinación del exsenador hacia alguno de los grupos que andan tras la Gobernación guajira, cobran fuerza porque dos de sus hermanos, José Fernando y Samuel Lopesierra Mejía, se encuentran en plena actividad política en ese departamento, aunque en grupos diferentes, atentos al desarrollo de los acontecimientos de Gobernación.
Incluso el Diario del Norte, el periódico más influyente de La Guajira, editorializó sobre el tema:
“¿La llegada de ‘Santa’ Lopesierra puede cambiar el curso de la política en La Guajira?”, se preguntó la dirección del rotativo.
Escribió además “que esa es la inquietud que ronda en los sectores políticos del Departamento”, refiriéndose obviamente a La Guajira.
Caso Gómez Hurtado
Aunque las autoridades de la capital de la república han informado a diferentes medios que Lopesierra no tiene expedientes judiciales activos en su contra, solo los procesos de extinción de dominio de 91 de sus propiedades en varias regiones de país, la familia del inmolado líder conservador Álvaro Gómez Hurtado, pretende que declare sobre los responsables del magnicidio.
Con base en una versión de que el extinto capo del cartel de Norte del Valle, Orlando Henao, alias el Hombre del Overol, le habría solicitado en ese entonces 500 mil dólares a Lopesierra, en una especie de “vaca” para el homicidio, la familia Gómez quiere echar abajo la confesión de las Farc ante la JEP, de que la antigua facción guerrillera es la responsable del crimen que conmocionó al país el 2 de noviembre de 1995.
‘Santa’ Lopesierra mantiene total hermetismo sobre el tema, mientras la casa de sus padres Samuel ‘Sampi’ Lopesierra Bernier y Guillermina Gutiérrez, donde permanece, sigue con el aparcadero lleno de vehículos de alta gama de los visitantes que vienen a visitarlo y darle la bienvenida.